CRÍTICA publicada en LETRALIA
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Poesía y algo sobre la vida, el amor y la muerte, de Carlos Magariños Ascone
Disponible en Amazon
Enlace:
https://amazon.es/dp/B09MQDGMS1
CRÍTICO:
Alberto Hernández viernes 21 de enero de 2022
En estas páginas se encuentran todos los temas, todos los tópicos que viven en la poesía. En estas páginas se cruzan todos los caminos donde las palabras posibilitan la presencia de la poesía, ese ámbito que totaliza al ser humano. En estas páginas la vida, su luz y sus sombras, sus límites y esplendores, se revela abierta desde los asuntos que la hacen más reveladora: el amor y la muerte, pero desde ellas mismas, la vida como continente del todo que se descubre en el universo.
La poesía recalca su presencia a través de la sencillez de las palabras: versos que viajan a través de ellos mismos para encontrarse destacados como consignas de la existencia. La poesía congrega como aliento lo que habrá de ser la vida, atada a los sentimientos que habrán de concluir en la muerte, ese espacio silencioso en el que el alma se concibe otra totalidad.
En este libro de Carlos Magariños Ascone, publicado en Amazon en el año 2021, el autor concita muchas preguntas, de las que se desprenderán muchas respuestas que los lectores despejarán entre dudas y certezas, aunque la poesía siempre deja un resquicio para poner en dudas todo lo que toca.
Cada tema, cada espacio donde habita el poema es un universo de imágenes. En ellas se encuentra alguien que dice, que recorre los distintos lugares donde el ser humano se describe, se narra y hasta se borra. Cada poema es un laberinto del que emergen voces, las voces de todos, las voces de la totalidad humana: eco de quienes saben que la poesía contiene la vida y de ella se desprenden el amor y la muerte.
Nada es gratuito: todo se dice en un solo libro, suerte de compendio de emociones en el que nada sobra. El autor se recorre él a través de todas las miradas posibles. El poeta es uno y él entre todas las voces que crea, en medio de todos los ámbitos. Recorre con su voz todos los detalles que habrán de resumir lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos.
Entonces es el tiempo acumulado. El tiempo que habla, el tiempo que dice, construye belleza y "verdades". Se deshace de las ilusiones y las convierte en senderos, tropiezos, revelaciones, astucias verbales, gramática del tiempo recorrido, hasta el lugar donde habrá de reposar el cuerpo, el alma, las piedras de esos caminos y los olvidos.
Magariños Ascone pronuncia la poesía y la escribe. Se imagina envuelto por las palabras que lo habrán de descubrir en medio de soledades y multitudes. Quien escribe siempre reencarna. Quien escribe borra y vuelve a trazar la existencia desde la memoria. Desde el instante en que las voces que lo convocan lo llevan a ser el Otro, el que está más allá de las palabras. Por eso poesía, vida, amor y muerte: los temas de la escritura creativa, los temas que la existencia proveerá desde su esencia, desde la savia que la mantiene como propósito y como destino.
La escritura es suelta, como el aire. Se respira cómodamente desde la lectura porque no auspicia un adentro que se extravíe. Es una escritura que quien la crea está abierto a ser preguntado acerca de los tópicos que ha tocado. Si la autoficción en narrativa es el calco preciso o impreciso de quien habla de su vida, en este libro hay una poética del yo que se desliza sobre el pequeño cosmos que somos. El que escribe este libro ha convocado todos los ángulos, los límites de esa geografía del espíritu: sus accidentes interiores, sus vacilaciones, sus instantes de emociones y sus silencios.
Vale decir que no deja lugar vacío: ha viajado desde su poesía para entablar un diálogo con la vida, donde el amor y la muerte se encuentran y se hacen otro mundo, tan personal que totaliza al mismo autor: lo hace uno solo desde los tantísimos espacios que revela, que le descubre al lector.
Y el lector, ese cazador de imágenes, se encuentra en cada uno de los textos escritos como pensamientos, como osadías de lo más relevante.
¿Quién no tiene en la poesía la vida para saber del amor y la muerte?
Esa pregunta queda a disposición del lector para que pueda seguir dialogando con este libro en cuyas páginas el mundo, el universo humano, es el rasgo más importante.
Y así como "la muerte no duerme", la vida siempre estará atenta a la poesía, al amor y a la misma muerte, sus temas predilectos, sus anclajes, sus bisagras para que la escritura siga su camino vibrante.
Este tejido temático procura variaciones en el lector: se sumerge en él y desteje cada instante. El poema, los versos, los silencios, lo que dicen y no dicen, lo que frecuentan en cada tiempo de reflexión, destacan su carácter universal, su carácter abierto a quienes se acerquen a él.
El libro espera atento a cada tono de lector, a la variedad de sentidos que éste pueda encontrar en la travesía por sus páginas.
Queda allí, congregado, previsto: la vida es un destacado intento en el que todos los sonidos son capaces de reinventar el mundo.